el nuevo arte de siempre II

Siguiendo con mi historia; estaba yo de un mal luking fatal, y es que no hay nada mejor que un establo para sacar lo indio y lo asesina que se esconden en el los arabescos de mi leproide psiquis. Por eso antes de abalanzarme a un ya-menos-borroso meijia, tuve que dedicar unos segundos en exfoliarme los poros con un poco de melaza que encontré entre la pierna de un equino descuidado.
Vos que putas hacés aquí?!?
- mira quien se levanto entre los flácidos, (me dijo la malparida de la meijia)
respondeme!, vos no podés estar aquí. (y en serio no podía porque el tiene una orden de restricción contra los semovientes que le levantaron por irse de turismo sexual a la costa, y terminar con el cabo de la vela en una burra, digo, con una burra en el cabo…bueno lo que sea).
- aquí dándote un sentido homenaje
homenaje? Vos a mi no me des nada, además de tu ausencia.(le dije, si yo sé, fue muy dramático-patético-diplomático, pero entiéndanme, estaba Yo muy vulnerable ésa noche).
y cuado me disponia a orinar en la falda de pri-papi sin quitarle los ojos de encima a meijia -porque es traicionera como un cuy la maldita-....
- señores, no deben pelear, que ya empieza la cabalgata y hay silla para todos.
Dijo el dueño de la galería. Y como no soy para nada conflictiva, tomé de los meñiques a pri-papi y lo llevé a ensillar la bestia; lejos de la chismosa bofe y los tenta-culos de la meijia.

Pri-papi con sus particulares gustos amateur dio un par de brincos antes de montarse por completo y una vez ahí me subió un par de veces, hasta que salimos en orden de importancia perimétrica hacia las colinas centrales a darle buen fin a mi homenaje, y cerrar con broche de oro la inauguración del festival.
Es muy buena la idea la de cabalgar en la noche para finalizar un homenaje, mejor si le has administrado tu lactulosa del mes al caballo que te lleva y la meijia va detrás de ti, un baño de cólera sacudé tu mente ¿no? si no entendiste con ésta meijia, no hay nada que tu endocrino pueda hacer por ti ¿ok? Hipotiroidea-come-mierda.

Durante gran parte del camino, mi caballæro demostró los dones porque los fue elegido para protagonizar “rágades de fuego” y “shan-kro y el placer indoloro” que fueron un éxito entre el publico adolescente polaco en el verano pasado; subimos y bajamos colinas, cada vez con menos seguidores, que iban siendo seducidos por los matorrales y las ganas de quebrar el silencio con quejidos y las muestras de plástico sin costo que se repartieron en el homenaje. Pronto perdimos a nuestro querido guía-host quien con su debido permiso de la alianza para el cariño por los animales, (que sacó en paz animal el año pasado) se dispuso a hacer uso de sus derechos de miembro con el equino “rambo” quien terminó siendo su inversión mas preciada.
Con las últimas colinas perdí a todos los seguidores que valían la pena, y sólo quedaron: la bofe y meijia quien obstinado en quitarme mi felicidad nos perseguía, a pri-papi y a mi. La bofe no perseguía a nadie, ella no sabe montar y como le da pena, no dice nada y sólo estaba esperando a que el caballo se quedara quieto y tirarse cuando nadie la viera, pobre, que bruta es la bofe, en serio.

Nos empezamos a adentrar en las zonas mas puntiagudas del deseo: el borde montañoso del túnel, mi bienamado lugar de trabajo, desde ahí se divisa la masa inconforme y pegachenta de ésta ciudad que nos devolvía con envidia tóxica la mirada. Y bueno fui YO quien propuso que era momento de dejar de jugar a los dados en patrón de semoviente por lo que habría de parar cerca al arroyo, destendí la única sabana limpia que me quedaba para separar a pripapi de la mirada famélica de la meijia, y luego de hacer un par de minutos un show improvisado de sombras chinas, decidimos comer algo del picnic que traía preparado el calvo zoofilico y que ahora no necesitaría más. Tenía todo tipo de engaruches: menta, hierbabuena, lubricantes con escarcha, perlaxanales fluorescentes, -para que cada salida fuera toda una sorpresa- y el obligado decol de acción prolongada tan famoso en el distrito…. después de una espasmódica merienda, devolví al mundo el entusiasmo con un poco de fluido de especie derramado sobre el esmeralda que tantas veces he visto de frente y muy cerca del suelo donde me habrán de comer los gusanos…cada fin de semana.
Sólo bastaron unos segundos de descuido filosófico para que meijia sedujera por completo a pripapi, maldito meijia, tosferina, mounstruo de los mangones, por que a él de todos?.
Estaban en pleno chuku meridional (es el lateral cuando haces un 69 modificado, según la ley de hasdeuan), cuando llegué. Pripapi no tiene la culpa, fue toda mía -la culpa-, y les explico brevemente porque aún me duele haber perdido esta batalla: el laxante que le di a mi caballo había cubierto un gran porcentaje de la desfigurada cara de meijia, y para el momento de parar en las colinas sólo se le podía ver el ombligo y un par de pliegues que son sin duda alguna su UNICO atractivo, claro, de la misma manera que una encuentra atractiva la candidiasis pectoral, pero es que bueno, entre gustos no hay disgustos… volviendo a pripapi: no se pudo contener –como es tan joven- al atractivo de un anciano cubierto de mierda-laxante; asi, que me acerqué y me retiré las perlas con las que hice una manilla (pequeñas habilidades de una juventud hippie)y se las puse en el periné a mi pupilo, ahí tenés, para que te den suerte, Yo me voy. Ahí tenés meijia, te entrego al muchacho, pero te lo entrego mas manoseado que un hijueputa, porque eso es lo que te gusta a vos; las sobras.

-jueputa, lo debí orinar cuando pude como me dijo el mico-.

Alejándome de lo que parecía ser el fin de mi homenaje, caminé hacia la civilización, desviándome primero hacia el carrusel del lado del parque, que de niño abusaba sin saber que más que un juego eran ésos equinos multicolores, un entrenamiento. Para la vida? Para ésta noche? Cuantas cabalgatas más me quedan? Volverán las ketchup con otro éxito en navidad? Mejor dejo el technicolor para otro día, el despecho es para las feas.

Bajando las escalas muiscas hacia la calle me encontré con un par de invidentes que jugaban a darse palazos en las ingles, juego que me trajo muy buenos recuerdos de cuando llegué a la capital, donde el palo en la ingle es un deporte de alto rendimiento; jugando éste excéntrico dominó montañero, fue como eché mi primer polvo en bogotá, bueno sin contar el medio revolcón con la mesera del bus en la entrada de la capital, cerca de fuche, nuche, puche, bueno, uno de los apéndices del sur, de los que los bogotanos están tan orgullosos, de ser bogotanos.

Al acercarme a los invidentes les pedí que me dejaran entrar al juego, a lo que respondieron con gran agrado y empezaron a tocarme para reconocer los bordes que proporcionan más puntos. La verdad tocaron mas de la cuenta y yo no tenia ninguna intención de perder, así que hice lo que cualquier cristiano hace con un invidente abusivo: le coge el bastón. Una cosa lleva a la otra, y el palazo en la ingle me aseguró un nuevo espasmo esta vez en pleno centro-boscoso y muy cerca de mi trabajo.

Tomé por fin un taxi y quien lo manejaba muy conciente de los peligros que corre una pobre celebridad en los bordes de la ciudad me llevó a toda velocidad hacia mi casa, por la avenida de la misericordia hasta el parque López, donde le pedí que parara un poco para vomitar de despecho.
-ya sé que vamos a hacer, lindo, -que gracias- lo llevo a tomarse un tinto, y se va a poner bien.
Le miré con el amor que se mira al mar cuando te pica un aguamala; que rico, éso es lo que YO necesito, un poquito de positivismo entre tanto realismo nihilista.
Una vez en la "tienda de la pereza", me pude sentir yo mismo de nuevo y mirando al taxista a los ojos volví a pensar muy integralmente: éste mundo esta lleno de opciones…Yo ya tengo dos y no ha amanecido aún.



Apéndice: De la bofe que les digo, no la veo desde el momento que propuse parar en el arroyo, seguro su bestia la llevó de vuelta al establo; me la imagino con ese culo lleno de ampollas, que envidia, para echarse de cremitas, y soplarse con desvelo. pero como dice mi amiga la lupe : la suerte de la fea a la linda ………le importa un culo.