larguero intermedio o fetiche al parque.
Una vez llegada a mi casa, y con una pinta de síndrome de doncella-zarandeada fatal, me dispuse a darme uno de los 15 baños diarios que por horario ya tenía atrasados, no sin antes despedir al culpable de que mi entusiasmo por la noche persistiera intacto; querido jei kei, taxi draiver, draif-mi crazy now, hoy te has ganado un pedazo de mi, porque aunque tu aliento a grasa y aguardiente barato irritó un poco mi mucosa, le quedaré eternamente agradecido por la re-cogida en su taxi, el café amargísimo en la panadería-bar y por supuesto la esmerada conducción hacia mi casa mientras le calentaba con talento la palanca de cambios que adornada con un sagrado corazón de jesús, sangraba.
Algo me dice que me podría hacer daño empezar a pedir mis servicios de taxi, pero con su tarjeta-sticker-calendario en mi mesa de noche, creo que no podré resistir la tentación de probar una vez más sus eméticos labios y calmar ciertas ansiedades frotatorias que me provocan los móviles amarillos. Hoy me las voy a aguantar, porque una no debe mostrarle ganas a nadie, y menos al que no es.
Lista para una semana menos glamorosa, porque una también tiene derecho a descansar, me dispuse a ir a la agencia de viaje para asegurarme un cupo a la isla para el miércoles entrante; para dos por supuesto, todavía no sé quien es el otro, niña, así que deje el pasaje abierto como mis posibilidades.
Hoy no voy a trabajar, desconecto mi contestador automático, ( que nunca uso porque siempre tiene el numero 99 en la pantalla y una persona como Yo no tiene tiempo para atender a 99 diferentes estilos de vida que buscan mi consejo y apéndices) me meto en un baño veet para la eliminación de cualquier sombra de testosterona y hago señales de humo a mi proveedor de engaruche de confianza porque se me antojan unos dispositivos, digo, unos aperitivos. Un tipo alto, árabe, muy bien peinado que conocí un día que salía ebrio del jardín infantil “miraditas” donde trabajé, con ganas de buscar problemas, y lo despeiné.
Guillo, mijo, que me trajo?, el no escucha muy bien, por tanto, nunca espero una respuesta clara, gime un par de cosas, deja sobre la mesa un paquete aromatizado con sudor y motitas de banana, y sale recogiendo un par de prendas (dos hilos no-dentales, pero muy saborizados, y un pequeño protector de mucosa que sólo uso cuando salgo de compras) que dejé como parte de pago del mes; gracias Guillo no se que haría sin ti.

Sigo mirado dentro de la bolsa como quien mira debajo de un árbol en diciembre, buscando un soldadito de plomo; y descubro una tarjeta de invitación, es para el 5to festival de fetiche al parque que organiza la secretaria de medio ambiente para atraer a los jóvenes al bosque, una estrategia muy europea si me preguntan…
Así que me apresuré a dejar mi vida de ermitaño, acabé los confetis y los alpinitos elesede – no hay sobremesa mejor-, me puse los ajustables de versace y tomé trasporte publico hacia el parque lleras, donde se llevaba a cabo el evento. Al llegar y después de secarme los pliegues que como se ha vuelvo usual humedezco en el metrobus, empiezo a buscar con mas y más desesperación la invitación que me había llegado, sin éxito, WHAT!! la había perdido, seguro algún gamín hijueputa me la sacó, digo, la boleta; la invitación. Y ahora qué? En pleno parque Lleras, con la gente ya acercándose a pedirme autógrafos y con una fila notarial para adquirir una entrada, Yo no voy a sufrir más de una frustración por mes!, eso se lo dejo a mis compañeras operadas, las que tienen mecanismo de mujer. Mi hiperprolactinemia debe proveerme de mejores ideas que huir.
No tuve mas remedio que acercarme a la entrada, retirarme un par de prendas y mentirle al celador diciendo que subastaría el vestuario de “condón de alpaca o la historia de la

- what!!?, pero claro que me esperan muisca, muévase…-what?!?-
en pleno desconcierto por mi inesperada cita, me sacudí al muisca le dejé las prendas al perro guardián para que comiera algo la pobre chanda ésa – si ven, como puedo ser conciente de las necesidades de los animales?-. Y me dirijo al stand principal, o teatrino para hablar con quien me necesite.
- lo hemos estado llamado, le dejamos casi un centenar de mensajes.
- Ahh jueputa, es que he estado muy ocupado…
- Su película es ahora cinematografía de culto y le hemos invitado para que nos hable de
- Señor, mi película era sobre anticoncepción y el origen del hedor inca.
- No importa, usted ama a las alpacas, ¿no?
- Pues, las chompas inka cola estuvieron muy fashion el pasado verano.
- No se diga más, pase usted…
Detrás del teatrino habia una multitud de hippies viejos y sus amantes adolescentes que los miran con desdén, yo sin saberlo tenía que dictar un discurso, de nuevo, y como improvisar se me da muy bien, pues empecé a darles que pensar en la noche para no vomitarse cuando los adolescentes le vean el arrugue a sus amantes y los maduros se reflejen en los ojos de sus sobrinos lejanos.
- A ver, las alpacas, son bien. Su piel es como un escroto de albino, y tienen un
De manera que una vez más, mi talento para personificar gemidos animales, y mi spray de pimienta lograron que´l discurso nunca se tornara soso, el publico tomó notas, orinó e incluso un par quedaron embarazos, ambos en la parte cuando explico como hace animal planet para censurar con disimulo los musculos de la llama en apareamiento. Yo estuve ahí, y sí se les nota.
Los organizadores muy agradecidos, me dieron boletas para evento del proximo año y me instaron a protagonizar otro film, ésta vez con los casi extintos chigüiros del Meta, yo no pude negarme, porque soy así, completamente desprendido. Claro, pedí pago por adelantado porque su admirado se va a la isla y nada mejor que un chigüiro con plata para amenizar mis vacaciones.
El resto del fetiche-park, muy parecido al año pasado, resaltando por supuesto la inversión importante que hicieron con el stand de fluidos corporales y la linda decoración alrededor del pabellón de parafilias reciclables, que sin duda alguna son su fuerte entre los miserable festivales alternativos suramericanos.
Tomé un par de hialinos, tuve espasmos moderados en el estanque de anguilas y comí narajas-metadona para recordar alientos de mejores épocas, cuado no tenía que comprar mis propias, naranjas-metadona. Pero que no importe la falta de entusiasmo en la tarde, porque aun me quedan 16 horas en la ciudad y tengo plena fe que esta noche encontraré con quien ir a la isla…
LET´S GO Sexing!!!
